Nadie tiene derecho a deslucir un evento en el que se invierte tanto dinero y esfuerzo, pero también creo que los organizadores deben empezar a cuidarse más y a penalizar las malas acciones. Es decir, el que se haya vestido de manera irrespetuosa o se haya comportado de manera escandalosa no debe ser invitado para el año próximo.
Lamento muchísimo que la Cervecería no pueda apoyar muchas iniciativas que ellos quisieran apoyar para invertir prácticamente todo el presupuesto que tienen adjudicados a los eventos precisamente en el Casandra, para que luego, CUANDO TODO PASE, se recuerden más las trompadas de Omega que el espectáculo de Wilfrido.
Otra cosa, es que me gustaría opinar sobre el afán de aderezarlo todo con el merengue de calle. creo que Miriam Cruz podía, por ejemplo, tocar su merengue sin mezclarlo con merengue de calle. A muchas personas nos gusta nuestro merengue tal como es y eso lo demuestran las opiniones casi unánimes de que el mejor segmento de la noche fué el homenaje a mi hermano y colega Wilfrido Vargas.
Quiero que sepan además que muchos artistas de gran calidad son ignorados por Acroarte y ni siquiera son invitados al evento, frente a esto diré que tengo 50 años en la música (desde que era un niño) y es la primera vez que asisto al Casandra, no por que me invitara Acroarte, sino por que me invitaron mis amigos de la Cervecería. Frente a todo esto diré que debemos ser positivos y no renunciar a tratar de hacer las cosas cada vez mejor, en ese sentido mis críticas las considero positivas y creo que nuestra República Dominicana está destinada a grandes cosas y que mejoraremos y creceremos cada vez más.
